Parece
que mi futuro pasa por arriba y a mí no me aúpan para no ya sólo decidir, si no
para ni apenas ni rozar estelas que puedan quedar, maximizándose y optimizando
recursos y funciones.
Es
la liga de las estrellas intergalácticas y aún no me han dicho si estaré en el
banquillo o podré ser titular.
Esta
incertidumbre lleva un par de años.
Y
todo se decidirá antes del "final de nuestros días".
El
próximo año al ser impar entiendo que me dará “suerte”.
No
soy supersticiosa, pero para esto sí.
Todo
lo malo siempre me ocurre a mí y a mi entorno en años pares.
Casualidades
maybe.
Mi
gran defecto que es la impaciencia, lucha por salir y manifestarse, pero estos
años es lo que más he trabajado, de algo debe servir y se está aproximando a
virtud.
Es
lo único que me queda, dado que no está en mis manos.
Mientras,
a disfrutar y a seguir luchando, que son mis máximas.
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