Un
mes de reencuentros, discusiones gordas, peleas varias, abrazos y… declaraciones
de amor.
Movidito,
como todo últimamente.
Invité
a una fiesta en mi cumple como todos los años (menos el pasado por el susto de
mi padre) y nos lo pasamos genial. O eso me han dicho.
No
tienen por qué mentir. Si son capaces de decirme cosas muy duras para el alma,
que se lo hayan pasado bien o no, no es nada.
Me
encanta reunir a todo/as mis amigo/as y que haya feeling (o no) entre ello/as.
Triunfaron
más los bigotes que los escotes, y fue muy divertido. Originalidad siempre.
Sigo
aún flipada por los pedazos de regalo, no me los esperaba.
Y
desde aquí, aunque no me lean, les doy las gracias de corazón por compartir su
tiempo conmigo.
Dado
que es tan escaso y valioso, el compartirlo es un tesoro.
Hay
personas a las que echo de menos y siempre echaré.
Otras
que sé que se han quedado en el camino.
Son
esas personitas que se van alejando por voluntad propia o de otro/as.
O
simplemente las circunstancias actuales hacen que ya no pueda ser.
Cosa
que no entiendo.
Pero
que la decisión queda fuera de ti por mucho que te duela.
Y
aunque no quieras decidir, te quedas fuera, está fuera de tu alcance.
No
es justo.
Pero
sé que el tiempo cura (siempre y cuando quieras curarte, claro).
Para
mí la Amistad es lo más importante y sé que ese fueguito no se apaga.
Lo
sé.
Por
eso (también) seré paciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario