miércoles, 25 de marzo de 2009

La ventana indiscreta


En determinadas circunstancias tu casa puede ser un escaparate.
Y la de los demás también.
Es una comunidad de vidas comunes y separadas por años luz.
Y a la vez tan cercana.
Casi puedes oler el café recién hecho,
la comida frente al televisor,
leer por encima del hombro su libro,
teclear en su ordenador,
oler su ropa limpia.
Imaginar sus sueños
y silbar sus canciones.

Celebras sus cumpleaños,
sus comidas familiares.
Casi compartes sus llamadas a medianoche.
Y hasta puedes suspirar con sus ligues.
Emocionarse con vidas ajenas.

Es una exageración, lo sé.
Imaginación al poder.

Pero a veces me da por pensar que cualquier día,
me veré en un video de Youtube
con las "verguenzas" al aire (como diría mi abuela)

No pasa nada.
Que el europeísmo invada nuestras casas
y nuestra ropa interior.

martes, 17 de marzo de 2009

Nadar, volar, esperar o ...


Parece que el sol o bien ralentiza mis sentidos o me los sube cual chorrazo en géiser.
Pero es que nunca hay término medio?
Mira que busco el equilibrio.
Pero nada.
La balanza no para.
Y menos mal que no caigo.
Porque es lo que faltaba ya.
El ritmo este no me deja esos minutos que tanto echo de menos.
Mi tiempo para mí.
Y lo necesito.
Que si no, suelto lastre y vuelo.
Y ahora no puedo volar.
Tampoco me apetece, la verdad.
Qué raro!
Pero qué cosas más raras.
Estaré mudando la camisa?

Me apetece nadar y cruzar dos veces los mares.
A ver si encuentro esa isla
donde nuestro tesoro nos espera.
Pero necesito llegar antes yo
y prepararte el camino.
O si llegas tú antes
no tengas miedo.
Porque ahí estoy yo.
Siempre.
Aunque no me veas.
Porque sé que me sientes.
Cierra los ojos
y déjate mimar por el aire que tanto te gusta.
Esas caricias en tus mejillas
son mis besos.
El resto....
Es cosa nuestra.


lunes, 9 de marzo de 2009

Mujer



Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
¡Qué poco es un sólo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!

De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vió, ni oyó
las floridas avenidas postradas de pena de Londres)


Nosotras queremos ver y oler las flores.
Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras
en vez de machos.
Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris.
Y de los que nos vendaron los pies.


Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina.
Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía.
Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado.


Y del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas.
Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parir
a riesgo de nuestras vidas.
Queremos flores del que se protege del mal pensamiento
obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo.


Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte.
Queremos flores de los que nos quemaron por brujas.
Y nos encerraron por locas.
Flores del que nos pega, del que se emborracha.
Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes.


Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos testimonios.
Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras.
Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género.

Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
Queremos flores hoy. Cuánto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron.


Gioconda Belli
8 de Marzo. (Día de la Mujer)