domingo, 28 de marzo de 2010

Una hora

Hace 8 años nos quitaron una hora que prometía maravillosa, me faltaba la respiración el separarme de tí, me moría.
Casi cambio el rumbo por tí, no me dejaste, no me dejaron, y os lo agradezco, porque si no, no estaríamos aquí.
Toda decisión tiene su consecuencia, todo acto, incluso cada palabra.
Hoy ha sido al revés, una hora menos nos acerca.
Y, te he echado de menos, mucho.
Pero estos días me han dado para no pensar, y, para pensar. En mucho y en nada.
Siento que somos afortunadas.
También sé que aprecio mucho mi soledad, mi tiempo para mí.
No he tenido el suficiente, eso sí es verdad. Pero también lo es que ardo en deseos de tenerte entre mis brazos.
Voy a Atocha a por tí Amor. Me encanta la luz que brilla en tus ojos cuando me distingues entre la gente que espera. Y ese primer olor a tí...ummm no puedo esperar más.
Ahora te veo. En una hora.

1 comentario:

Carol Blenk dijo...

Qué especial lo que cuentas. Espero que disfrutes de ese encuentro y de todo lo que de él se desprende.
¡Besos!