De vuelta del Ramadán Estambuliense

De vuelta de días de ensueño ramadaniense.

A las 5 de la mañana nos despertaba la primera llamada a la Oración (Azán del Moacín) Una maravilla. Un despertar de los sentidos 5 veces al día.

Hay mucho que contar, mucho, pero no quiero extenderme porque sería largo largo.

Destacar sobre todo a las personas.
Encantadoras y generosas. En su mayoría.
Porque ladrones haylos también, y cansinos como ellos solos….uffff… muchos.
Pero en general, generosos. Y más en estos sus días de Oración a Allah.
Y de fiesta. Mucha fiesta nocturna.
Sultanahmet era una auténtica feria.

Nos dijeron que no había turcas guapas, pero damos fe que sí que existen. Pocas, pero hay.
Los hombres sí es cierto que son guapos, los que los hay, porque hay poquísimos.
En la Mezquita Azul, nuestra mezquita favorita de todas, con diferencia, (bajo nuestra opinión) hicimos amigas. Unas chicas turcas, del sur, que venían a Istanbul de excursión a rezar a la Mezquita y a hacer en congregación la ‘Isha. A la cual nos invitaron efusivamente a acompañarlas.
Una oportunidad perdida. Un tren de los que no se deben dejar escapar nunca.
A un musulmán, y más en Ramadán, no debes decirle que no, ni rechazar un ofrecimiento, pero el estómago… no andaba nada bien (después de la nargile de manzana y unos cuantos rakis…..ups!) y claro, irnos con ellas en un bus lleno de mujeres exaltadas … una experiencia que deberíamos haber vivido. Una oportunidad única.
Aunque conste que creo que nos llevaban en plan animalillos exóticas… no sé… pero muy muy simpáticas las muchachas.
Estaban entusiasmadas por compartir su comida con nosotras y que podíamos comer todo lo que quisiéramos y más.
Pero rechazamos su generosa oferta, muy a nuestro pesar (maldito estómago….).
Aparte de callejear, pasear, andar, y todos su variantes de recorridos por la ciudad (una maravilla el tranvía y los barcos) el sentarse a disfrutar de las gentes y de las maravillosas vistas a cualquier hora del día y de estado metereológico, hay que disfrutar bebiendo un té turco. Una maravilla.

El cual, se me olvidó comprar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!